Nuevamente el equipo Herediano pagó caro por la bondad y desconcentración que mantiene en la zona defensiva; debilidadades que aprovechó el equipo de Pérez Zeledón para obtener el triunfo de 4-1.
El gol marcado por Bismark Acosta al 48´, más el fútbol atrevido, agresivo y dinámico que mostró el Herediano en el arranque del complemento, daban para pensar que los dirigidos por Salvador Ragusa se lavarían la cara por la discreta actuación que tuvieron en la primera parte, en la cual su rival les había sacado ventaja en el marcador de 2-0, con goles de Roberto Mudarra a los 15´ y de Juan Guzmán a los 42´.
No obstante, el dominio mostrado y la ventaja de tener un jugador de más desde el minuto 35 del primer tiempo, tras la expulsión de Mudarra, no le alcanzaron al “team” para reponerse; sino lo contrario, el equipo se vino a bajo a partir del minuto 34´, cuando por otro fallo defensivo que provocó la sanción de un penalti, en acción que Luis Vallejos desestabilizó a un rival dentro del área.
Adrián De Lemos detuvo el lanzamiento que ejecutó Rodrigo Salomón, pero lamentablemente al ir por el rebote el balón le resbaló y se introdujo en su marco, colocándose el 3-1 en la pizarra.
A partir de allí, la ansiedad le ganó la partida al Herediano, llegaron las expulsiones de Bryan Orúe al 38´ y de Félix Montoya al 44´, ambas acciones se produjeron por juego brusco.
El equipo rojiamarillo se desmembró al romperse sus líneas y Pérez Zeledón aún en tiempo de reposición no tuvo piedad, se aprovechó y causó más daño. Un pase preciso que lanzó Kennethe García a Jorge Gatgens, lo puso cara a cara con Adrián De Lemos, quien no pudo hacer ante el buen toque, el cual terminó de asfixiar al equipo que dirigió por primera vez el técnico Salvar Ragusa, quien jamás imaginó tener tal debut.
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